Es una obra teatral escrita en la época de la Ilustración por Leandro Fernández de Moratín. Es el poeta y dramaturgo más destacado del teatro del siglo XVIII español.
El argumento de " El sí de las niñas" es una comedia que trata de la crítica del matrimonio concertado. La protagonista es Doña Paquita, una joven de 16 años y educada en un convento de monjas. Ella es obligada por su madre a casarse con Don Diego, un buen hombre, sensible y rico caballero de 59 años.
Doña Paquita está enamorada de un joven militar llamado Don Carlos, que resulta ser el sobrino de Don Diego. Y al que ella conoce como Don Félix de Toledo. Es un triángulo amoroso en el que se desarrolla la historia.
Don Carlos acude en busca de Doña Paquita para impedir la boda pero él no sabe que el futuro esposo será su propio tío.
En el rencuentro de Don Diego y Don Carlos, Don Diego por sospechas, ordena a su sobrino que regrese al regimiento y este se dispone a obedecer, renunciando a su amada.
Para informar a Paquita sobre esto, Don Carlos le manda una carta, la cual llega a manos de Don Diego, que comprendiendo el amor entre los jóvenes, decide renunciar al amor de Doña Paquita.
Don Diego hace posible la unión entre su sobrino y Doña Paquita, en contra de los deseos de Doña Irene.
La obra transcurre en unas horas, se desarrolla en un único escenario. En todas sus obras Moratín sigue fielmente la ley de las tres unidades (lugar, tiempo y acción), una característica de las obras teatrales del Neoclasicismo.
El lugar de la trama transcurre en una posada de Álcala de Henares, en el primer piso de la misma. Con respecto al tiempo, la acción se puede considerar lineal, ya que comienza un día a las siete de la tarde y acaba al día siguiente a las cinco de la madrugada. Aunque aparece un salto en el tiempo, en el tercer acto donde Don Carlos cuenta como, donde y cuando conocio a Doña Paquita.
La Luz tiene un simbolismo en la obra. La obra comienza a las siete de la tarde, hay oscuridad y es donde comienza el enredo y termina a las cinco de la madrugada, haciéndose de día que simboliza el triunfo de la razón y el sentido común. Y con relación a la acción, solo existe una historia. El amor entre los jóvenes prohibido por Doña Irene.
El carácter de la obra es didáctico, plantea un problema cotidiano. Su objetivo es criticar la autoridad que ejercen los padres sobre sus hijos respecto al matrimonio, obligándoles a contraer matrimonio con hombres de avanzada edad solo por el rango económico. Esta obra adelante la igualdad de la mujer en la sociedad y el desacuerdo de los escritores ilustrados.
Los pensadores ilustrados estaban en contra de los matrimonios concertados por una serie de razones; la primera de tipo moral, ellos decían que les faltaba el amor como vínculo que potencia la unión de la pareja, y la segunda razón, estos matrimonios afectaban al avance demográfico, ya que no tenían descendencia a causa de la edad del marido.
La educación de la mujer en el siglo XVIII estaba muy descuidada. Aquellas que pertenecían a familias privilegiadas recibían una educación en los conventos que consistía en leer, escribir, bordar y rezar. Las que tenían más suerte solían salir a los catorce años para contraer matrimonio de conveniencia, otras morían sin salir. Los ilustrados criticaron este tema, incluso en prensa. En un artículo de 1804 titulado " Educación práctica o instrucción que se le debe dar a la mujer" , apareció en el periódico " El Regañón general".
Otro punto a denunciar por los ilustradores son los matrimonios concertados porque ven en ello un peligro para la estabilidad de la institución familiar, y en consecuencia, del sistema social.
Hay que tener en cuenta que Moratín no es un revolucionario, sino un reformista. Por ello, los jóvenes Don Carlos y Doña Paquita se ven obligados a obedecer a sus tutores, es Don Diego quién impone la razón. Moratín trata este tema que está muy en la línea de la mentalidad de entonces. Y retrata esa inquietud de finales del siglo XVIII, que es el extremo respeto que hay hacia las autoridades y las normas establecidas.
Otro tópico que trata es el amor verdadero, en contraposición al amor interesado. Leandro Fernández de Moratín, escritor neoclásico, es un gran innovador de su tiempo. En “El sí de las niñas”, su obra magna, rompe una lanza a favor del amor verdadero. El autor saco su lado mas cómico, pero sin dejar de penetrar en los problemas de la época. Por otro lado, el diálogo tiene un papel muy significativo en esta obra. Casi toda la acción se nos presenta a través de éste.
Podemos decir en cierto modo que esta obra es un hecho biográfico. De joven estuvo enamorado de una muchacha llamada Sabina Conti, a la que dedicó sus primeros poemas, la cual terminaría casándose con un tío suyo bastante mayor. Algunos críticos consideran que este temprano episodio biográfico podría explicar su interés en el tema de los matrimonios desiguales en edad, tan reiterado en su teatro. Tanto en esta obra como en " La niña y el viejo".
Para concluir, quiero destacar en el momento que Don Diego renuncia al amor de Doña Paquita y triunfa la razón del ser humano:
DOÑA FRANCISCA.- ¿Conque usted nos perdona y nos hace felices?
DON DIEGO.- Sí, prendas de mi alma... Sí. (Los hace levantar con expresión de
ternura.)
DOÑA IRENE.- ¿Y es posible que usted se determina a hacer un sacrificio?...
DON DIEGO.- Yo pude separarlos para siempre y gozar tranquilamente la posesión
de esta niña amable, pero mi conciencia no lo sufre... ¡Carlos!... ¡Paquita!... ¡Qué dolorosa
impresión me deja en el alma el esfuerzo que acabo de hacer!... Porque, al fin, soy hombre
miserable y débil.